Nuestra primera familia, es la familia biológica, la familia genética, la que nos tocó tener sin nuestro visto bueno, con la que simplemente, para bien o para mal, tendremos que relacionarnos por el resto de nuestra existencia.
Nuestra segunda familia es la que nosotros vamos formando a nuestro criterio, a nuestro gusto, a nuestra conveniencia, con las personas que, según nosotros, darán a nuestra vida una nueva razón de ser, para mejorar, para fortalecernos, para madurar, o simplemente para pasarla bien…
…Esta familia es formada con ¡LOS AMIGOS!
Las dos cobran importancia clave, sin embargo, la segunda es sobre la que tenemos un relativo control. Cuidémosla como un gran tesoro para complementar nuestros requerimientos de vínculos afectivos y emocionales.
Amistad es:
- Una puerta que se abre.
- Una mano extendida.
- Una sonrisa que alienta.
- Una mirada que comprende.
- Una palabra que te anima.
- Una crítica que te mejora.
- Es un abrazo.
- Un aplauso que te estimula.
- Un encuentro que regocija.
- Un favor sin recompensa.
- Un dar sin exigir.
- Un ofrecer sin esperar.
- Un entregarse sin calcular.
- Un regalo sin reciprocidad.
- Un esperar sin cansancio.
Se cambia de año, se cambia de sueños, se cambia de objetivos, se cambia de aspecto. Pero jamás, jamás se cambia de amigos.
Y con el transcurrir el tiempo, me doy cuenta que las únicas cosas que han valido la pena son:
Dios, mi familia, y un grupo muy, pero muy selecto de amigos, que me han dado crecimiento personal a lo largo de mi camino.
Excelente año nuevo y los mejores deseos de prosperidad en lo profesional, en lo afectivo y en el amor.
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